La ocupación humana de un medio físico, debe dar respuesta eficiente al conjunto de necesidades que un colectivo de personas requiere satisfacer, así como todo territorio presenta características particulares, que suponen oportunidades y amenazas para su habitabilidad. Por ello, el arquitecto urbanista busca soluciones creativas, eficientes y estéticas, que demandan un diálogo permanente con disciplinas como la Geografía, la Demografía, la Economía y la Sociología.