El taller propone investigar desde los documentos de arquitectura previos al edificio, revisando los bocetos, las planimetrías, las fotografías y los textos que se resguardan en el Archivo de Arquitectura PUCP y otras fuentes de originales. El alumno debe entender el edificio desde su origen, incluyendo el contexto en el que se gestó, el desarrollo del proyecto y la obra construida, bajo los siguientes temas de investigación: tiempo, ideas, estrategias, procesos, técnicas, representaciones y obras. Asimismo, debe reconocer el valor del patrimonio edificado a través de una narración crítica del proyecto de arquitectura, revisando los documentos de arquitectura en base a los temas que guían la investigación.
Posteriormente, el alumno debe realizar una lectura del lugar del proyecto a través de un registro y representación de una visita. Registrar un edificio con pautas para fotografías de arquitectura. Representar los cambios en el edificio y su contexto con un levantamiento comparativo desde los documentos originales. Poner en crisis el edificio en su situación actual explorando los siguientes escenarios: imaginación, construcción, transformación y desaparición. Proponer y representar la hipótesis de una investigación proyectual arquitectónica que habrá futuros escenarios posibles, sin perder la correlación de la narrativa hilada desde el origen.
Finalmente, el alumno debe armar un atlas de analogías gráficas que consolide el discurso conceptual, como un procedimiento de exploración y presentación de sistemas de relaciones no evidentes. Investigar y cuestionar las posibilidades proyectuales del nuevo proyecto desde uno o varios de los siguientes temas: el lugar, el programa, la estructura y la forma. Plantear una estrategia de intervención en relación con un proyecto, edificio y contexto existente. Presentar las ideas de un proyecto de arquitectura y su representación gráfica a lo largo de la investigación.
El proyecto PFC surge a partir del estudio de un edificio emblemático de uno de los maestros de la arquitectura peruana. En este caso el proceso de investigación proyectual inicia a partir del análisis del Lima Polo Club en Monterrico en el distrito de Surco en Lima. Esta tiene como tema principal la relación edificio y centro. Esta idea es extrapolada y entendida como la generadora del proyecto de origen, así también, como idea potencial de una propuesta que solucione las condiciones puestas en crisis o en cuestionamiento en dicho lugar buscando una implicancia de escala urbana. El tema de investigación pone énfasis en aumentar la escala de relaciones encontradas en el club de polo. Aquí los edificios son complemento de un sistema mayor que tiene un espacio central celebrado, un espacio donde sucede la actividad que da vida al conjunto, en este caso eran los partidos de polo. El Club House y las caballerizas complementan dicho funcionamiento, el primero como lugar de estar y el segundo con espacios servidores de carácter técnico. Mientras que la galería de ingreso funciona también como una gran tribuna. Con ello como partida, la investigación plantea mantener esa relación de espacio central activador con edificios complementarios pero ya no con un carácter de club deportivo sino como un espacio que pertenezca y sirva a la ciudad en una escala mayor pero que sea servido por edificios cívicos en una escala menor.
El valor del proyecto recae principalmente en tres estrategias, estas son el ordenamiento espacial alrededor de un espacio celebrado, la conformación de un paisaje propio y el traspaso de límites entre interior y exterior. La primera idea permite la definición de espacios con distintas funciones en torno a las canchas de polo que funcionan como evento central o catalizador de la experiencia del uso del lote. Este orden se basa en la distribución en el terreno de los elementos lineales que delimitan las superficies virtuales de las canchas, así también generan recorridos alrededor de ellas, jerarquizando lugares. La segunda implica la creación de una experiencia de recorrido, a través de elementos o piezas como las galerías o líneas, cada una con un volumen o edificio. Estos elementos buscan también una integración con el paisaje y a la conformación de un sistema espacial dentro del lote. La última estrategia se refiere al uso de espacios de transición o intermedios entre interior y exterior de los edificios, los cuales se desarrollan uno en base a engranaje de volúmenes y otro en torno a un centro o punto. Estos espacios generan transparencia, profundidades que van más allá del límite del volumen y proyectan los espacios para ligarlos con otros usos..
El estado arquitectónico-urbano actual del proyecto Lima Polo Club se puede definir a partir de tres ideas principales, estas son la función limitada del edificio, el volumen como conector de recorridos y el vacío urbano como posibilidad en un entorno que se densifica. La primera idea se refiere a que el edificio del Club House al perder su edificio complementario ha perdido la importancia que tenía para los juegos de polo del club. Al demoler las caballerizas ante la presión inmobiliaria, el campo de polo se usa una o dos veces al mes, por lo que el edificio y su galería que funcionaban como tribuna han visto reducida su función original. El volumen se volvió un elemento poco usado, los salones, bar y gimnasio perdieron afluencia ante las canchas para otros deportes como el tenis.
La segunda idea hace referencia a la idea principal del volumen que pone al edificio como un punto de conexión y de paso de actividades exteriores en la piscina, canchas complementarias y la cancha de polo que queda. Todos los recorridos se conectan a través de un centro cilíndrico iluminado. A pesar de la poca afluencia hacia el Club House el edificio sigue sirviendo como intermediario entre recorridos y actividades mediante el centro que se proyecta hacia el exterior a través de espacios de transición intermedios.
La última idea que define la situación actual es el vacío urbano que define el espacio celebrado que originalmente eran las dos canchas de polo, pero hoy solo una. Este gran vacío se encuentra presionado por el crecimiento inmobiliario en términos de densificación en un entorno caracterizado por poseer una trama con vacíos al interior de la “manzana”. De esta manera el proyecto se encuentra en un barrio en proceso de densificación, y cuyo funcionamiento se ha visto afectado por este, perdiendo su edificio complemento y viendo reducida su función de tribuna, intermedio y estar.
La situación actual del sitio donde se emplaza el proyecto se caracteriza por el crecimiento urbano y la presión inmobiliaria que obligó al club a vender parte de su terreno donde se ubicaba una de las canchas de polo y las caballerizas, por lo que se demolieron. Esto trajo consigo que el club mudara la mayoría de sus actividades a su otra sede, ubicada en las afueras de la ciudad. La cancha y el club house dejaron de ser utilizados frecuentemente, solo hay juegos de polo una o dos veces al mes.
En un gran terreno cada vez con menos uso, se abre la posibilidad de dotar al barrio y a la ciudad de un nuevo vacío urbano con equipamiento. Esta idea se refuerza al reconocer que el sitio está rodeado de importantes complejos educativos e hitos urbanos, además de la futura línea 6 del metro que pasará a escasos metros del sitio. Ante ello se propone integrar este vacío urbano a la ciudad para responder a la necesidad de espacios de encuentro y recreación en un barrio con gran afluencia de personas. Para ello se extrapolan las ideas del edificio original hacia una escala urbana, definiendo un centro celebrado pero esta vez como un parque y no una cancha, una gran línea como elemento intermedio de estar entre el parque y la zona recreativa. Esto complementado con volúmenes que funcionen como una tribuna y punto de conexión de varios recorridos.
Como consecuencia del estudio previo, se plantea un parque y un centro cívico con la finalidad de poner en valor el proyecto original integrándose a una escala mayor de uso. Asimismo se busca poder satisfacer requerimientos de la ciudad moderna para el desarrollo de la vida urbana. La idea de plantear un parque en este gran vacío urbano, responde al déficit de espacios públicos y áreas libres que caracteriza a la Lima actual. Es una ciudad en pleno desarrollo inmobiliario y no planificado, donde los vacíos son ocupados para seguir trazando y expandiendo la ciudad. Aprovechando la existencia de este vacío, antes que lotizar se encontró como mejor alternativa equipamiento y área de uso público para el barrio, el distrito y la ciudad. El programa elegido responde a las características de los usuarios que frecuentan el barrio. En un sitio rodeado de universidades y cada vez más viviendas multifamiliares; las áreas de recreación, esparcimiento y expresión se vuelven esenciales. Se busca crear un sistema de relaciones en el interior del lote partiendo de un centro celebrado, en este caso el parque o bosque que será servido con el equipamiento anexo intentando definir y a la vez difuminar los límites entres ambos. La galería define pero a la vez conecta longitudinalmente y permite ser atravesada. Así los edificios están en la periferia pero también en medio del parque.
Hacia la primera mitad del siglo XX, las urbanizaciones industriales comenzaban a emerger en la periferia de Lima. La creación de las avenidas Argentina y Venezuela determinaron la conformación de los principales ejes industriales que conectaban el centro con el sistema portuario del Callao. En la actualidad, la ciudad ha crecido desmesuradamente, producto de un sistema centralista. Las antiguas periferias industriales conforman hoy parte del centro; zonas con gran presencia de industria pesada y almacenes, convirtiéndose en focos de gran contaminación y aislados de los barrios aledaños.
Frente a esta problemática es indiscutible pensar: ¿Es posible dar un futuro a la industria en el centro de la ciudad? A lo largo del presente proyecto se busca analizar las posibilidades que los remanentes industriales ofrecen a la ciudad teniendo como caso de estudio la Fábrica de Avena Machacada Clements Peruana (1968). Se determinará desde su orígenes y contexto actual las cualidades y valores del proyecto y su entorno para que luego de diversas líneas de investigación, se decante en una propuesta proyectual que ponga en valor tanto el edificio como los barrios industriales.
Desde los años 60, el árido paisaje de Lima comienza a ser desplazado por nuevas morfologías urbanas: las fábricas. Aprovechando la conexión entre el centro y el puerto del Callao, la avenida Argentina se convierte en el principal eje industrial y el escenario para el desarrollo de las grandes urbanizaciones industriales que albergaría uno de los hitos importantes de aquel entonces: La fábrica Clements Peruana. Proyectada por los arquitectos Cooper Graña Nicolini, la fábrica se ha formado a partir de las ampliaciones a lo largo del tiempo, no obstante, el análisis partirá del proyecto original (1966) y su primera ampliación (1967).
Clements reúne tres valores que lo destacan de las tipologías industriales existentes. A nivel urbano, el proyecto original se convierte en un hito urbano, destacando la verticalidad del silo por encima del perfil urbano y siendo hasta la actualidad el único ejemplar de esta tipología industrial en la zona. Asimismo, los volúmenes tienden a crecer verticalmente en dirección a la Av. Argentina y de menor medida a la zona de los barrios residenciales y los almacenes.
Desde la fachada principal, el edificio se entiende como una composición escultórica, en el que el concreto ha sido modelado de tal forma que genera una composición dinámica en base a volúmenes desfasados entre sí, lo que denota a primera vista el funcionamiento del edificio: programa complementario, oficinas y circulación circundante a los volúmenes centrales que concentran los almacenes de productos.
El almacén de productos termina por establecer un tercer valor: la retícula estructural. Este espacio se convierte en el corazón del proyecto, pues define los principales ejes, quiebres, distribución y las posteriores ampliaciones del proyecto gracias a su marcada retícula. La poca presencia de elementos estructurales en planta y cerramientos permiten que se genere una espacialidad interior funcional que responde al proceso industrial y que se abre al exterior en ciertos momentos estratégicos, conservando el carácter masivo de la fábrica como figura empresarial e industrial.
Con la expansión urbana de la ciudad a través de los ejes principales de conectividad, las urbanizaciones industriales comienzan a ser rodeadas por los barrios emergentes tanto por los procesos de urbanización planificada como los asentamientos informales. Esto conlleva a la aparición de estas grandes “islas industriales”, zonas desconectadas del resto de la ciudad cuyo homogéneo ha ocasionado la aparición de morfologías y tipologías ocultas que difieren del perfil urbano al que estamos acostumbrados a ver; pero que lamentablemente quedan abandonadas detrás de una composición de muros ciegos y cerramientos que terminan por definir la calle industrial.
Con la llegada de estas nuevas tipologías industriales, surgen también nuevas demandas en los procesos industriales que ocasionan distintas alteraciones en estos edificios: ampliaciones, agrupamiento de lotes, cerramientos de seguridad, entre otros; factores que conforman la nueva manzana industrial. Asimismo, la calle adquiere un rol fundamental como extensión de los procesos industriales, siendo el equivalente al patio industrial, en donde se generan actividades como carga y descarga, convirtiéndose en un espacio predominante para el vehículo y la industria y relegando por completo al ciudadano.
Actualmente, el complejo funciona como una planta de envasado y almacenaje de avena, el cual abastece a las distribuidoras de la ciudad. Desde 1970, la fábrica ha tenido varias ampliaciones conforme al plan inicial trazado por CGN. El lote se extendió al oeste, teniendo salida tanto a Castro Ronceros como a Victor Reinel. Asimismo se adquirió dos lotes en Castro Ronceros frente al edificio original, usados para almacenaje principalmente. Es interesante destacar cómo la función determina la forma de crecimiento del proyecto, priorizando la eficiencia del proceso industrial de la avena, las dinámicas de los trabajadores y sus necesidades en el espacio laboral.
El carácter escultórico de la fábrica queda cubierta detrás de esta opaca composición de cerramientos, mientras los silos se alzan imponentemente en la calle, a pesar que el edificio ha dejado de ser un hito a escala urbana por la aparición de construcciones de gran tamaño. Aún así es posible apreciar la materialidad como sistema del edificio. Pese a los colores que posee actualmente la fachada y que no forman parte de la idea original, se reconocen aún las diversas texturas propias del concreto expuesto que conforman la estructura de la composición en general y, alrededor de la misma se evidencia un despliegue de lo que llamaríamos el sistema circulatorio del proyecto (canales, conexiones, red de tuberías) que termina por envolver la estructura maciza y conformar una unidad.
Si bien el desarrollo de las urbanizaciones industriales han permitido el crecimiento de las urbes y la sociedad como tal, hoy en día se han convertido en zonas abandonadas y desconectadas del resto de la ciudad, focos de contaminación debido a la presencia de industrias pesadas. Teniendo en cuenta el panorama actual de las urbanizaciones industriales frente a una ciudad de grandes demandas, es conveniente preguntarse ¿Es posible dar un futuro a la industria en el centro de la ciudad?
A partir de la elección de la fábrica como proyecto de partida, se definen cuatro grandes ejes temáticos de investigación que permiten decantar en una propuesta asertiva: contexto, industria, espacio, estructura. Contexto refiere al desarrollo del medio que rodea al proyecto, desembocando en dos líneas de investigación: el paisaje industrial y las tipologías de manzanas. La industria por su parte es el principal eje temático y abordará dos cuestiones recurrentes en la investigación: las tipologías industriales y el reciclaje arquitectónico de las mismas.
El espacio está relacionado a cualidades físicas recurrentes en distintos proyectos: la permeabilidad en busca de desenterrar las tipologías industriales encontradas y el vacío contenido tal la espacialidad que la fábrica Clements encierra. Por último, la estructura busca indagar en aspectos formales y utópicos: las megaestructuras como conceptos y llevadas a la realidad bajo estilos como el high tec o las ideas de grupos revolucionarios como Archigram.
En base a esta investigación sumada a la crisis actual del que se ha hecho mención es que surge una hipótesis base. Si las zonas industriales actuales fueran el centro de operaciones de startups tecnológicas e industrias verdes a diferencia de la industria pesada actual, entonces se generarían nuevos barrios productivos autosostenibles. Conformados por manzanas híbridas de distintos usos (residencial, comercial, productivo), los barrios permitirían conectar con las urbanizaciones residenciales perimetrales a la zona industrial, generar entornos más permeables y develar las estructuras industriales existentes para ser reutilizadas o conservadas. De esta manera, las manzanas configurarán un nuevo tejido urbano más permeable y cohesionan una nueva edilicia compacta de usos variados con las remanentes tipologías industriales como parte de la memoria de la ciudad.
A consecuencia de la hipótesis planteada el proyecto de regeneración urbana busca desarrollar un modelo de manzana productiva que pueda ser replicable en barrios industriales con características similares (área, morfología urbana, tipologías, usos), que permita la conservación selectiva y adaptación de las estructuras industriales preexistentes. Teniendo en cuenta la variaciones propias de cada manzana, la propuesta establece estrategias principales que permitan responder de manera eficiente estas.
Se busca generar manzanas permeables que permitan el libre recorrido peatonal y develar las tipologías industriales a preservar. Para ello, se establece una calle interior peatonal como eje articulador de la manzana que relacione los vacíos urbanos dentro la misma y diferencie los recorridos peatonales de la calle vehicular existente que se mantiene como una extensión del patio industrial y los procesos de carga y descarga. La permeabilidad es conseguida a partir de la variación de ciertos aspectos en la normativa de edificación en estas zonas como el retiro lateral y posterior y el porcentaje de área libre.
Adicionalmente, se establece una diferenciación de usos que permita ordenar y separar los procesos industriales de los cotidianos. Una base industrial conformada por los lotes que abren al eje de de la Av Argentina. Seguidamente un espacio administrativo (oficinas, coworking, laboratorios) que separará el complejo industrial de la zona más residencial conformado por usos productivos (talleres, industria liviana), servicios, vivienda y comercio, siendo este último concentrado a lo largo de la calle interior peatonal.
De esta manera, la manzana se conforma a partir de cinco componentes clave: la lotización, que parte del agrupamiento de los lotes originales; los espacios públicos, articulados por el eje peatonales central; el sistema vegetal como complemento necesario de la vida urbana, la generación de ecosistemas y la implementación de áreas verdes productivas; las preexistencias industriales acondicionadas para albergar una mixticidad de usos; y la nueva edilicia orientada a la implementación de vivienda/comercio y complejos industriales permeables.
Por su parte, la olvidada fábrica da paso al Centro Cultural Clements, un edificio que albergue parte de los equipamientos culturales de los que carece la zona y que esté al servicio de la comunidad local principalmente. El nuevo centro contará con áreas de exhibición, auditorio, biblioteca, así como talleres y salas de coworking y laboratorios; generando un punto de encuentro entre los distintos actores que habitan la manzana. Para ello, se mantendrá la estructura y arquitectura original del proyecto, añadiendo algunos volúmenes que permitan girar el edificio hacia la calle interior y permitir nuevos accesos al recinto. Las nuevas volumetrías continúan con el carácter escultórico original y entre ellas, la figura de los silos se alzan por encima de toda la manzana, convirtiéndose en los nuevos miradores de la urbanización.
En la actualidad, la Casa Cultural Yuyachkani, declarada ya como un Centro Cultural, funciona como un centro de trabajo de producción escenográfica de acuerdo a temporadas especialmente para talleres vacacionales en verano. La relevancia del proyecto se distingue por la inserción de una estructura ligera exenta sobre la arquitectura construida a manera de reciclaje arquitectónico, lo cual ha permitido la versatilidad de nuevos usos y distintas formas de habitar el espacio sin alterarlo.
A nivel interior, el planteamiento original a nivel estructural no ha variado, sin embargo, a nivel del programa si se registran cambios significativoos: los ambientes servidores de interacción al público han sido reemplazados por ambientes administrativos y de biblioteca de archivo de investigación sala teatral y el patio posterior como principales ambientes en relación al público asistente. La sala teatral originalmente se concebía como un único gran espacio, sin embargo la incorporación de cerramientos y butacas han confinado el espacio. Se han acondicionado los mezanines del teatro que formaban parte de la muestra teatral a distintas alturas por camerinos y áreas de vestuario, por lo cual se ha suprimido escaleras que conectaban el patio posterior con los niveles superiores de la sala. Asimismo, se ha construido depósitos o almacén de elementos de utilería en la azotea.
En la actualidad, existen numerosos avances tecnológicos en cuanto a materiales y elementos para mejorar las condiciones de confort térmico y acústico para salas teatrales, por lo cual es necesaria la renovación y acondicionamiento de la sala teatral que mejoren la calidad de la experiencia de la muestra escenográfica. Por ello, podría incluirse nuevos tipos de aislamiento en los muros perimetrales y suelos blandos para las prácticas artísticas de expresión corporal.
Además es necesario incorporar nuevos ambientes servidores conectados a la sala teatral: área técnica para iluminación, sistema para recojo de telones alrededor, estructura de butacas desmontables que permitan el armado y desmontaje de esta según las obras representadas, con el fin de conservar la visión original de la inclusión del colectivo en la producción teatral. De esta manera, se puede contribuir a la eficiencia del diseño original de espacios arquitectónicos patrimoniales para las prácticas artísticas incorporando nuevas técnicas y mecanismos que aseguren el confort y el funcionamiento de los ambientes del centro cultural como un conjunto.
Una plazuela es un espacio de dimensiones intermedias de escala barrial, generalmente espacios pequeños e irregulares que se encontraban frente a edificaciones religiosas.
La plazuela 12 de octubre, a diferencia de otras plazuelas, originalmente formaba parte del futuro parque 12 de octubre, que formaba parte del barrio del mismo nombre. Este barrio desde sus inicios mantiene una memoria barrial muy característica.
Aquí se ubicaban edificaciones modernas que datan de los años 60, que generaban una dinámica barrial. Sin embargo, actualmente la plazuela ha perdido su carácter de espacio público al ser ocupada y perdiendo completamente su conexión con el parque. Se puede identificar la oportunidad de reforzar la memoria barrial deportiva a través de una Complejo Deportivo Comunitario para mejorar las condiciones del barrio sin perder su carácter público.
El proyecto buscará responder, repotenciar e integrar las dinámicas barriales, desde su carácter deportivo, la Iglesia como fachada principal y el parque del barrio. Mas surge la pregunta, ¿cómo se puede optimizar un espacio público de dimensiones reducidas como el de plazuela con un programa deportivo-comunitario tomando en cuenta las dinámicas barriales y edificaciones alrededor como el de la parroquia?
Para lograr lo anterior, se plantean 3 estrategias generales: redefinir los bordes de la plazuela, repotenciar el equipamiento deportivo y la de verticalidad vs horizontalidad.