«La palabra ‘moderno’ es empleada por distintos autores para referir a un movimiento cultural y artístico de vanguardia originado durante los últimas décadas del siglo XIX y los primeros años del siglo XX. Entre dichos autores se encuentra Clement Greenberg, un influyente crítico de arte estaunidense el cual, en obras como «Avant-Garde y Kitsch» y «Hacia un nuevo Laocoonte,» examinó el rol del modernismo para el desarrollo del arte contemporáneo, enfatizando su expresión durante la década de 1920. (…) De esta manera, se aplicará el proceso de análisis a partir del estudio y relacionamiento de cuatro obras y los distintos atributos que las componen: la obra comentada previamente de Kenneth Frampton “Historia crítica de la arquitectura moderna”, la obra pictórica de El Lissitsky “Proun Composition”, el Museo Kolumba de Peter Zumthor y el proyecto Multifamiliar en la Calle José Granda de Teodoro Cron».

«A través del siguiente texto se expondrán ideas y conceptos que me han permitido responder y ahondar en la interrogante planteada a inicios del semestre lectivo ¿qué entendemos por modernidad? Antes de contestar a la cuestión, es preciso mencionar que he utilizado recursos bibliográficos, pictóricos y proyectuales como son el libro “Historia de la Arquitectura Moderna” de 1999 escrita por Leonardo Benevolo, la pintura en fresco denominada “La renuncia de San Francisco de Asís” realizada por Giotto di Bondone y los proyectos Turun Sanomat e Instituto Francés de Estudios Andinos (IFEA) realizados por Alvar Aalto y Román-Bahuer-Santillana respectivamente».

«Resulta complejo definir lo que es modernidad en un solo artículo. El intento por responder esta pregunta daría para una investigación profunda con muchos detalles. Sin embargo, con las fuentes apropiadas, es posible aproximarse a su entendimiento para reconocerla cuando se encuentre materializada ante nosotros. Con el apoyo del libro Textos de arquitectura de la modernidad se recogen dos puntos esenciales que giran en torno al discurso de los arquitectos modernos. El primero es el que reconoce las nuevas tecnologías que trajo consigo la revolución industrial. Las nuevas técnicas y materiales que desde el siglo XVIII revolucionaron el mundo, crearon nuevas posibilidades que llevaron al despertar de la arquitectura moderna. El segundo aspecto se relaciona a las necesidades del ser humano moderno. La arquitectura comprende que las condiciones de producción, eficiencia energética, habitabilidad y salubridad son primordiales para la preservación del mundo. Así, la arquitectura satisface necesidades apoyada de las nuevas tecnologías de un mundo industrializado».

«Para poder aproximarnos al entendimiento de qué es la modernidad, se propone profundizar la definición del término desde un enfoque de transformación social. El análisis se realiza entorno a una lectura de la intención de la obra moderna de responder a un contexto social determinado, en conjunto al entendimiento de cómo la obra moderna ha servido de instrumento o herramienta para generar transformaciones en el ideario de la sociedad».