Centro Infantil El Agustino

El Centro Infantil El Agustino, del Instituto Edmundo De Amicis, se planteó originalmente como una guardería y centro de infancia para niños de hasta 6 años, con el propósito de brindar cuidado, educación y asistencia a las familias locales del entonces «pueblo joven» El Agustino. Los requerimientos principales del proyecto fueron un centro médico ambulatorio para la atención de las madres y los niños, cocina y comedor, pabellón de cuidado para niños de hasta 2 años, aulas de clase y espacios para el personal. Se planificó que la atención solo fuera de día, de manera que las madres tuvieran la posibilidad de dejar a sus hijos, ir a trabajar y luego recogerlos (Premio Bienal de Arquitectura Tecnoquímica, 1970).

El terreno disponible para el proyecto se encontraba en una ladera, por lo cual fue necesario adaptarse a la pendiente por medio de terrazas para resolver los requerimientos funcionales. Se planteó la construcción del edificio a lo largo del límite inferior de terreno, y en la parte media se dispuso un espacio central como elemento organizador de la plataforma principal del conjunto. En torno a este espacio se dispusieron los ambientes principales, y se establecieron conexiones con dos plataformas secundarias mediante escaleras que se acomodaron a la topografía. De este modo se generó un conjunto unificado, pero a la vez con zonas separadas espacialmente por las diferencias de nivel.

El edificio se construyó con el sistema prefabricado liviano CMU, desarrollado por el arquitecto Reiser y otros especialistas para adoptar al contexto peruano las posibilidades de estandarización y racionalización de la construcción. Este sistema fue implementado por la empresa Construcciones Metálicas Unión S. A., con la participación del ingeniero Stefan Nabrowski y los arquitectos Juan Reiser y Hans Haberli. El sistema consideró las siguientes premisas:

• Grado de prefabricación. El sistema puede ser de prefabricación total o parcial, en función del tipo de ensamblaje de los elementos. Será de prefabricación total si solo se requieren tareas de montaje o sellado de juntas.
• Producción abierta. El sistema está compuesto por elementos disponibles producidos en una o más fábricas, no hechos expresamente ni a medida.

• Intercambiabilidad de elementos. El sistema permite el uso, en un mismo edificio, de distintos componentes que se pueden cambiar.
• Coordinación dimensional y modular. Para que los elementos puedan ser intercambiables, debe haber un acuerdo en la elección de redes modulares, dimensiones y tolerancias de fabricación y montaje.
• Compatibilidad de las juntas. Debido a que los elementos a combinar serán de distinta procedencia, se requiere la solución de los encuentros que unifiquen los componentes.

Tomando como referencia el sistema CMU, la construcción del Centro Infantil se realizó con una estructura metálica basada en el perfil DEXION de sección en forma de U, a la cual se acoplaron paneles tipo sándwich prefabricados para los cerramientos, cobertura de canalón, y puertas y ventanas con estructura de madera y paneles de triplay. En el caso de los ambientes que requerían un mayor grado de hermeticidad, se instaló un cielorraso suspendido de la cobertura de canalón (Colegio de Arquitectos del Ecuador, Núcleo de Pichincha, 1982).

Según palabras del arquitecto Reiser (2005), la elección de este sistema constructivo permitió obtener ventajas como disminuir los costos de construcción; admitir la posibilidad de futuras modificaciones, debido a que el sistema se planteó abierto a la incorporación de otros sistemas industrializados; ejecutar un montaje sin grúas ni personal especializado, pues el sistema prefabricado liviano está pensado para que las piezas más grandes puedan ser operadas por dos personas; y servir de ejemplo para otras edificaciones similares de bajo costo.

El edificio se inauguró a finales de 1969 y obtuvo el Premio Bienal de Arquitectura Tecnoquímica 68-70. Entre otras consideraciones, el jurado menciona las siguientes virtudes:

Con una limitación de tipo económico y de programa, en una topografía difícil, y buscando una racionalización técnica, así como la adaptación orgánica al medio, se ha plasmado una obra arquitectónica de calidad, que responde con honestidad y sin pretensiones ni especulaciones formales a los requerimientos de las funciones que el Instituto Edmundo D’Amicis brinda a la comunidad del distrito de EI Agustino. Constituye además, esta obra, una pauta a seguir en la solución de problemas arquitectónicos, en los que por su naturaleza sea conveniente la utilización de sistemas de prefabricación orientados hacia la economía y el desarrollo de la industria conexa a estos fines.

(Premio Bienal de Arquitectura Tecnoquímica, 1970)

Bibliografía

Premio Bienal de Arquitectura Tecnoquímica (1970). Arquitecto Juan Reiser. Obra: Centro Infantil El Agustino. Catálogo de la edición 68/70. Tecnoquímica.

Colegio de Arquitectos del Ecuador, Núcleo de Pichincha (1982). Libro de la Segunda Edición de la Bienal de Arquitectura de Quito [1980]. Ediciones CAE, Colegio de Arquitectos del Ecuador.

Reiser, Juan (2005). La racionalización y prefabricación de la construcción, una experiencia personal [tesis de maestría en Ciencias, Pontificia Universidad Católica del Perú]. Repositorio institucional de la Pontificia Universidad Católica del Perú.