En este ciclo hemos seguido viendo la vivienda como parte fundamental en la conformación de la ciudad, para ello entender la vivienda en relación a la ciudad es fundamental, las posibilidades que existen entre la vivienda y la ciudad son el foco principal del taller.
El barrió visto a través de las relaciones entre los espacios privados de la vivienda y los espacios públicos y semipúblico de la ciudad. Desde adentro hacia afuera y desde fuera hacia dentro.
En este caso dada las condiciones de confinamiento y pandemia, hemos partido desde un tablero vacío conformado por nueve manzanas cuadradas de 100m de lado. Cada lado es asignado a un alumno para que planteen cada uno de manera individual la vivienda en su cuadrante, formando así manzanas compuestas por cuatro alumnos que tendrán que negociar entre ellos a lo largo de todo el proceso la conformación de su proyecto y de su manzana. El conjunto de las nueve manzanas de todo el taller conformaría un barrio y así un pedazo de ciudad. Sus propuestas reflejarían las ideas que han podido desarrollar hasta este momento con respecto a la ciudad y la vivienda.
El contexto, en este caso encargado de conferir el carácter y dirección de los proyectos, partía de ellos mismos (interés personal), de lo que ellos mismos entendían y proponía como vivienda y como ciudad.
Para esto hemos trabajado con 2 escalas 1/200 y 1/100, la primera para empezar a entender la vivienda en relación a la ciudad y la segunda para enfocarnos en la vivienda misma, siendo siempre una complementaria de la otra, permitiendo un ajuste de ambas a lo largo de todo el proceso.