El trabajo del taller nace desde la preocupación esencial del espacio, de sus cualidades y condiciones óptimas que permiten conseguir realizar en conjunto funciones específicas y usos mixtos. Definimos el trabajo espacial con rigor, manejando la correcta proporción de la luz y la correcta relación entre los elementos arquitectónicos y programáticos.

En el proyecto se organizarán espacios para leer, para formarse, para realizar compras, para comer, para hacer deporte, para socializar, para vivir, todos integrados en un solo lugar. Es un proyecto con una cierta complejidad al tener una mixidad de usos, pero sobre todo, es lo que permitirá activar un espacio público para los habitantes del barrio. Pensamos que es en esta diversidad de usos que se puede ofrecer a la comunidad un lugar de encuentro y una razón para usar la ciudad.  El proyecto tiene por esas razones la responsabilidad de ofrecer espacio público de calidad para copar una carencia que se hace evidente hoy en nuestra ciudad.  Será parte del reto el borrar los límites entre lo “privado” y lo “público”. El programa de usos múltiples se combina con el de vivienda de estudiantes, para hacer frente nuevamente a una falta en el sector de este tipo de opción de habitabilidad para los alumnos de las grandes universidades a proximidad del sitio.

El taller plantea una sucesión de ejercicios que alimentan progresivamente el bagaje del alumno y le dan las herramientas para abordar la integralidad de un proyecto de densidad media, con cierta complejidad funcional, y con una alta exigencia a la vez en el manejo del espacio interior, del habitar y de sus relaciones urbanas.