El taller como laboratorio se apoya en la exploración y curiosidad de los estudiantes, a partir de la intuición -guiada por la superposición de las competencias adquiridas en el tiempo- racionalizar las ideas propositivas al proyectar; una acción de anticipar, decidir y concretar un modelo edificable que acoge la actividad humana.
El trabajo del Taller recoge el tema de la “quinta” como recurso de diseño para un conjunto de viviendas ubicado en el distrito de Pacasmayo en el departamento de La Libertad, al norte de Lima. Se adopta el modelo de manzana propuesto por Miguel Alvariño (1987), configurada por 4 quintas, permite “penetrar” una manzana de grandes dimensiones, y poner en valor la zona central de ella creando nuevos frentes
En una primera etapa se realiza un mapeo del lugar, que no se limita a la representación; es operacional, la experiencia y el discurso se vuelcan en el intercambio entre la representación y lo real. Paralelamente se realiza un ejercicio para refrescar conceptos “Capturar y domesticar el vacío” delimitado por un cubo virtual en el que se configura un espacio “subordinante” y 4 “subordinados, como calistenia para el inicio del ejercicio principal.
Se toma la lógica del “Rompecabezas” – a partir de su configuración por la agrupación de piezas- para el estudio de proyectos referenciales y graficar las conclusiones personales sobre los diferentes temas de arquitectura.
De la misma manera se aborda el encargo: una “Quinta de Quintas” que consideran las tipologías, en coherencia con los mapeos obtenidos. En primera instancia se trabaja desde la lógica del agrupamiento horizontal de unidades unifamiliares, al conceptualizar la pieza, esta delimita su combinación, provoca vacíos y llenos, así como, la configuración espacial y escalar de las diferentes situaciones.
Al comprender la lógica del rompecabezas, se propone un nuevo desafío: “El techo construye un nuevo suelo”, haciendo los ajustes necesarios, se propone la extensión vertical de cada quinta y su reunión, sistematizando un rompecabezas tridimensional que abarca una lógica horizontal y vertical, para alcanzar la integración de sus componentes.
El proyecto propuesto en el taller nos lleva hacia el norte de Perú, en el departamento de La Libertad, localidad de Pacasmayo donde se estudiaron las diferentes condicionantes alrededor del terreno a trabajar. En la quinta, se identifica y propone como estrategia el uso de las galerías como punto de conexión del lugar, así como, una distribución interior eficiente que permitiera una sensación de amplitud y de hogar, con tipologías que presentan flexibilidad en la configuración de sus partes.
Posteriormente, el techo generado en la quinta es ahora el punto de inicio para el siguiente ejercicio, en donde además de generar viviendas, también se prioriza los espacios de encuentro entre estas teniendo en cuenta un diseño que permitiera reunir y extender las quintas del primer piso a la manera de una quinta vertical, además de aprovechar las vistas hacia el exterior al tener una mayor altura.
El taller se desarrolla en Pacasmayo, en el departamento de La Libertad. Para su desarrollo se analizaron diversas variables del entorno cercano al terreno y así facilitar el proceso de diseño. La propuesta cuenta con tres tipos de viviendas principales presentes en la primera quinta y la variación de los mismos en la segunda quinta. También se busca conectar con las preexistencias del lugar, como el mar o la alameda, mediante dos ejes principales; y una conexión interna mediante la creación de plazas y puentes que permiten la conexión entre toda la quinta. Se priorizó la creación de espacios de uso común en cada nivel los cuales se relacionan directamente con los espacios de los otros niveles.
Tras la pandemia se ha revalorado la importancia de la percepción en el habitar; la dilatación del espacio y la profundidad visual serán las premisas en el diseño de las unidades de vivienda y su conjunto.
El proyecto se ubica en el distrito de Pacasmayo, poseedor de una arquitectura con identidad por sus balcones, galerías, como elementos de expresión que se alinean al borde de su malecón; estos serán los primeros insumos para tomar en cuenta desde el modo de habitar y expresión de su identidad, además de las condicionantes del lugar identificadas en el ejercicio previo – E2 Mapeos-
En un primer momento se diseñan cuatro quintas unifamiliares, configuradas en una manzana, estas se vinculan con el entorno mediante pasajes y se extienden en una plazuela.
En un segundo momento, consolidado el diseño de las quintas a partir de viviendas unifamiliares, “el techo construye un nuevo suelo” se arma a la manera de un rompecabezas tridimensional con una lógica de agrupamiento de llenos y vacíos se reúne a las quintas desde la espacialidad, recorridos y profundidad visual a partir de nuevas piezas -calles elevadas, escaleras, espacios comunes en altura y unidades de vivienda-
La combinación de todos estos elementos revalora la importancia de la relación entre vecinos y transmite la sensación de habitar en un barrio a través de los espacios públicos, semipúblicos o semi privados.