La ocupación humana de un medio físico debería dar respuesta eficiente al conjunto de necesidades que un colectivo de personas requiere satisfacer, desde la habitación y la alimentación hasta el desarrollo de actividades productivas y el intercambio de bienes y servicios. Es en esa interacción que el espacio ocupado adquiere la condición de territorio, es decir, de un medio físico que cobra sentido de hábitat para una población en específico. Todo territorio presenta características particulares, que suponen oportunidades y amenazas para una ocupación humana. Por otra parte, los requerimientos de una población son variables, según el tamaño del grupo humano, la manera en que organizan sus actividades y cómo satisfacen sus requerimientos, como también el sentido que le dan al lugar que ocupan. Por todo ello, el arquitecto urbanista que se plantee planificar el espacio urbano de diferentes localidades territoriales o que diseñe proyectos urbanos al servicio de una población determinada precisa considerar varias dimensiones del conocimiento humano. En resumen, debe responder a requerimientos humanos y sociales, adecuarse a restricciones y posibilidades del medio y buscar una respuesta creativa, eficiente y estética, lo que demanda conocimientos básicos de Geografía, Demografía, Economía y Sociología. El presente curso será pues una introducción al quehacer del arquitecto urbanista, que debe estar en diálogo permanente con estas disciplinas.
CAMILA GALDOS ROMERO
JOHAN PAUCARCHUCO INGA
MARIA FERNANDA CHAMBI CONDOR