La Comisión de Estudios de nuestra Escuela, al reestructurar en el 2022 el programa de los cursos de Historia, introdujo radicales cambios respecto al precedente. Entre ellos, decidió que la Historia de la Arquitectura de nuestra época ya no se enseñara considerando el compendio de un proceso que se inició en el Renacimiento (el inicio de la Época Moderna), y prosiguió sobre todo con la Ilustración. Determinó que se fragmentara en tres cursos. Dos que abarcaran una Historia que se originara el siglo XIX y prosiguiera hasta el siglo XX. La arquitectura de fines del siglo XX y principios del XXI se vería en un Seminario, que me fue encomendado. 

Al modificarse la secuencia, se alteró la concepción precedente, que consideraba a la arquitectura de la actualidad como consecuencia de un proceso que, iniciado en el Renacimiento, había adquirido las características que hasta ahora persisten, principalmente transformadas a través de la Contrarreforma, el Absolutismo, la Ilustración, la Revolución Industrial, la Revolución Francesa, el advenimiento de la burguesía universal y las mutaciones artísticas que se operaron en todos los géneros estéticos a partir del siglo XVIII.

El Seminario debía entonces concentrarse en la presentación de los principales arquitectos protagonistas de finales del siglo XX y comienzos del XXI. Siendo imposible abarcar este espectro en un curso de dos horas de clase y dos de práctica semanales, lo concebí como la indagación en las obras de unos pocos arquitectos notables, aquellos que a mi juicio hubieran producido – o estén produciendo – obras que congenian con la línea pedagógica que atribuyo a la nuestra Escuela de Arquitectura.

Entre los arquitectos cuyas obras consideré más apropiada a las circunstancias globales contemporáneas, y a la que asumí como coincidentes con la línea proyectual que presupongo prosigue nuestra Escuela están las de Alvar Aalto, James Stirling y Álvaro Siza. A esos tres maestros se dedicó el Seminario.

Catalina Polar Vera

El proyecto de investigación está basado en la exploración conceptual de la arquitectura de Álvaro Siza, uno de los mejores arquitectos del siglo XX hasta el presente. La investigación consiste en la elaboración de una maqueta con la finalidad de proyectar, estudiar y analizar las estrategias de Siza plasmadas en sus obras. 

El presente caso de estudio corresponde a la Torre 611, el primer rascacielos diseñado por Álvaro Siza en Manhattan, Nueva York. Este proyecto le otorga identidad arquitectónica a su ubicación, al ser una forma escultórica vertical, potenciada por su materialidad de piedra caliza que resalta en contraste con el cielo. La Torre, con 37 pisos de alto, mantiene una especie de basamento hasta el octavo piso a través de un volumen más grande, para armonizar con el perfil urbano de la zona; a medida que se eleva aparece un volumen más delgado, con el fin de consolidar una presencia arquitectónica elegante a través de su característica esbeltez y pureza.