La visión del Taller Republica plantea que para invitar al surgimiento de la vida pública urbana hay que provocar actividad y apropiación del espacio público para consolidar la vida urbana, y de ese modo, también enfrentar la inseguridad ciudadana expandida por las ciudades del Perú. Dado que urbanidad es sinónimo de seguridad, y que, si no existe uno, tampoco existirá el otro, es vital que los edificios del estado sean realmente “públicos” y consoliden la vida en las calles. Enrejar (o secuestrar) las plazas, los parques y edificios públicos y aislarlos de los ciudadanos, no hace más que dejar la ciudad a merced del miedo. La arquitectura debe integrar al Estado, sus gobiernos e instituciones con la ciudadanía, y entregar los edificios públicos al espacio urbano, para crear espacios cívicos para el encuentro e identidad ciudadana. El diseño de los edificios de los Gobiernos Regionales es una perfecta oportunidad para explorar esta función de los edificios en las ciudades intermedias del Perú a dos décadas de la creación de esta instancia gubernamental. La mayoría de estas sedes han sido improvisadas, tanto al reciclar edificios de gobiernos municipales o sedes del gobierno central.
La región de Pasco cuenta con recursos naturales, diversidad cultural y potencial turístico, pero también enfrenta desafíos en términos de infraestructura, pobreza y dependencia de la minería. El desarrollo económico y social de la región puede lograrse a través de la promoción del turismo, la agricultura sostenible y la diversificación económica de una región céntrica. Precisamente, en Oxapampa, Villa Rica y Pozuzo tienen un gran potencial turístico y agroindustrial debido a sus recursos naturales, culturales e históricos, y por ello, se presenta como una gran oportunidad de “refundación cultural” para desarrollo social y económico de la región.
Giuliana Delgado
El proyecto parte de la búsqueda de un espacio colectivo a partir de volúmenes macizos que funcionan como síntesis de la tipología permanente oxapampina. Aquellos contienen un espacio central que proyecta su estancia hacia el gran eje urbano y ecológico de la ciudad: el ex campo de aterrizaje. Los volúmenes esculturales, en composición autocontenida, enfrentan programas análogos para incentivar encuentros e interacción entre autoridad y ciudadano. La horizontalidad prevalece en los gestos constructivos y en la disposición general del proyecto, permitiendo una lectura continua de dos edificios cuasi independientes. La conjunción de estos factores, al centro de las piezas, busca acoger y recibir al ciudadano, generando un área amable entre edificios formalmente resonantes y orientando la actividad hacia la ciudad.
Brenda Zegarra
El proyecto surge como la idea de crear un edificio memorable que sea el lugar representativo de la comunidad del departamento de Pasco. El espacio principal o espacio cívico del proyecto se encuentra en un Interior – Exterior con el objetivo de introducir dentro del proyecto la sensación de apertura que brinda la naturaleza del lugar.
Asimismo, la materialidad y el lenguaje constructivo con el que se diseñó el edificio buscó representar la atmósfera etérea de Oxapampa. En cuanto al programa, se ubica al programa público en los primeros niveles como también la Zona de Asesoramiento; finalmente, el programa más privado se ubica desde el segundo nivel.
Aleksey Carretero
El proyecto apunta a materializar el apego cívico a la memoria formal colectiva de Pasco y, particularmente, Oxapampa. La pieza central de la propuesta se forma través de la prolongación de un gran eje urbano exterior (ex campo de aterrizaje) hacia el interior. Dicha la longitudinalidad contenida se ensalza mediante una envolvente translúcida y un entramado estructural de madera expuesto, complejo y moderno. Este espacio multilenguaje se vuelve, entonces, el recibidor. Los grandes aleros acaparan, así como reúnen, y las funciones de asesoramiento público al oxapampino gozan de un espacio contenido por una tipología familiar pero distinta. Los volúmenes laterales oeste y este ocupan los roles de edificio de oficinas y servicios públicos respectivamente. El espacio cívico actúa como difuminador o conjugador de ambos programas, proponiendo un área común de encuentro para el público, y planteando una relación cercana del ciudadano con sus autoridades. Donde la privacidad y el control son neceser, los jardines, espejos de agua y jardineras actúan como colchones y barreras entre espacios, estableciendo límites sin establecer barreras sensoriales totales, alimentando al exterior y generando espacios intermedios solemnes y silenciosos para las áreas de trabajo.
