El desarrollo de las ciudades en Perú a partir del siglo XVI consideraba al territorio como una tabula rasa, un espacio productivo a ser desarrollado. Esto llevó a la destrucción e invisibilización del paisaje de origen prehispánico, las huacas, especialmente durante el siglo XX. Aunque algunas huacas sobreviven como lugares turísticos y educativos y todas gozan de protección legal, la mayoría sigue se encuentra en riesgo.
El aparente estado de abandono y falta de intervención ha llevado a que muchas huacas sean percibidas como lugares ambiguos que terminan compitiendo por espacio con otras necesidades urbanas. Esta ambigüedad es una posibilidad en ciudades donde los espacios públicos, abiertos y accesibles para la ciudadanía no son solo insuficientes, sino que se encuentran distribuidos de manera desigual.
Se hace necesario, por lo tanto, repensar y reimaginar nuevos valores, funciones y significados para las huacas urbanas. Esto requiere una reflexión crítica sobre cómo definimos el patrimonio, nuestra relación con el pasado, con los espacios públicos, los procesos de deterioro y ruina, la diversidad y la desigualdad social en las ciudades. De la misma manera, las potenciales intervenciones requieren pensar sobre por qué conservamos, qué resultados se espera obtener, quienes son incluidos y excluidos del proceso, y quiénes deciden.
Huaca y Ciudad es un espacio de investigación, análisis y conversación sobre los procesos de formación y transformación urbanos, así un laboratorio de ideas y propuestas en torno a las percepciones e intervenciones en las huacas, con énfasis en crear nuevos espacios de integración y ciudadanía.
En el semestre 2023-2, se analizaron huacas ubicadas en San Miguel, parte del Complejo Arqueológico Maranga, considerando retos como grandes muros ciegos y enclaves, percepciones de ruina y ciclos de vida, nuestra necesidad de espacios públicos de memoria, comodidad y seguridad, que sean accesibles y democráticos.
La percepción actual de una huaca en la ciudad se vio alterada como consecuencia del desarrollo urbano, si bien algunas de estas se preservan debido al involucramiento del Estado, otras quedan en el olvido debido a que no poseen ningún tipo de intervención y en consecuencia se convierten en lugares desconectados de la percepción local. Este es el caso de la Huaca Aramburú por lo que el proyecto de intervención tiene como objetivo volver a conectar esta huaca con las otras pertenecientes al complejo de Maranga, otorgándole una importancia y notoriedad en la zona de Pando Etapa 9 y alrededores. Asimismo, intervenir directamente en la percepción espacial del ciudadano que recorre esta zona, habilitando un recorrido ascendente que apertura el campo visual, así como la sensación del espacio. De igual forma a una etapa posterior habilitar un recorrido a modo de mirador que involucre una futura investigación arqueológica.