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Taller 6
ARC226 / H603
Mariana Jochamowitz
Nicolás Rivera

El taller propone imaginar y diseñar el reuso de la manzana del convento de Santa Clara en Barrios Altos. Este convento del siglo XVII tuvo una gran huerta productiva cuya huella existe hasta el día de hoy contenida dentro de la manzana. Actualmente, ese gran vacío está sub-utilizado y parcialmente abandonado. El potencial de este vacío para los ciudadanos de Barrios Altos se convierte en el punto de partida para el ejercicio de diseño. Los proyectos re-imaginan el vacío central de la manzana como un nuevo jardín comunitario y diseñan un edificio de residencia para una población envejeciente que recompone una de las fachadas laterales del huerto. El proyecto se desarrolla en tres etapas:

  1. Realizar un mapa multitemporal y multiescalar del barrio.
  2. Ocupar el vacío con un nuevo jardín comunitario. El énfasis del diseño está en producir las condiciones para que ocurra el jardín, como el diseño de pavimentos, infraestructura hídrica y pequeñas estructuras que pueden servir de espacios de trabajo y depósito.
  3. Recomponer uno de los frentes del huerto con un proyecto de vivienda para una población envejeciente. Los proyectos proponen un edificio que resuelve tanto el espacio individual del adulto mayor así como los espacios colectivos. Los proyectos exploran sobre todo las relaciones entre interior y exterior y entre distintos grados de colectividad.

El taller tiene como propósito experimentar con nuevas maneras de entender lo doméstico a partir de re-imaginarlo fuera de la configuración tradicional de la vivienda unifamiliar para investigar sus posibilidades colectivas, públicas y de trabajo. El jardín, que siempre ha sido un espacio doméstico, una extensión de la casa donde se cuida y controla las plantas y animales, es el arquetipo a través del cual exploramos nuevas formas domésticas en esta edición del taller.

William Periche

El encargo desarrolla una residencia geriátrica ubicada en el distrito de barrios altos. En ese sentido, al encontrarse dentro de un contexto histórico, el proyecto resalta en la manera en la que se emplea el uso de la memoria para generar un sistema contemporáneo de producir arquitectura a partir de una lectura crítica de la preexistencia. Es así que, como primera aproximación se decide qué muros existentes conservar, de los cuales se establece una grilla en la que se produce un sistema modular de 5x5m, el cual puede aplicarse de manera unitaria o subdividida, obteniendo espacios flexibles para el usuario y espacios complementarios al principal. Asimismo, se utiliza el vacío como articulador del proyecto, en el que se producen filtros que conectan los espacios privados con los colectivos. Cabe destacar, además, que el proyecto se inserta de manera clara como una pieza arquitectónica, por lo que se decide revalorar y reinterpretar el lenguaje formal arquitectónico perteneciente a las construcciones de barrios altos, tanto a nivel de sistemas constructivos como el lenguaje de fachadas.  

LUIS ENRIQUE MAZA PEREZ

Como memoria del proyecto, se pensó en un espacio que sirviera como intermediario entre las calles de Barrios Altos y el Jardín Comunal que se diseño durante los trabajos grupales. El propósito fue crear un conjunto de viviendas destinadas a personas mayores, con el fin de otorgarles espacios comunes y jardines interiores conjuntamente relacionados a la idea de un callejón, que es propio de la cultura en el Centro Histórico. Se pensó en distintas formas de vivir cómodamente y a su vez que estos espacios se pueden emplear de distintas maneras sin tener que darle un uso exclusivo. A si, se asegura un completo aprovechamiento de los interiores ya sea en u futuro en el que se necesiten albergar más habitantes. Con todo esto, se crea una semejanza entre lo que ocurre dentro del callejón y alrededor de este, se emplean espacios colectivos que conducen a jardines exteriores y también a espacios más privados para dar la opción a escoger más sociabilidad o más calma y privacidad.