Las revistas son fuentes documentales que guardan la memoria de una sociedad correspondiente a un determinado tiempo. Nos permiten reconstruir lo acontecido en ese período y reflexionar sobre la evolución de los procesos sociales. Más precisamente, las revistas de arquitectura albergan proyectos, autores, textos, planos, imágenes, memorias e ideas. Al ser una ventana hacia el pasado, facilitan el diálogo, la elaboración de nuevas consideraciones y la interpretación de la historia.

En el Perú, la primera y más importante revista especializada en arquitectura es El Arquitecto Peruano (1937-1977). Previamente, o de manera paralela, durante el siglo XIX e inicios del XX se publicaron otras valiosas revistas que, si bien no se pueden considerar, en estricto, como especializadas, incluyeron artículos, planos, imágenes y anuncios publicitarios sobre temas relacionados con la arquitectura y el urbanismo. Entre las más destacadas cabe mencionar El Perú Ilustrado, Prisma, Variedades, Mundial, Ciudad y Campo, e Informaciones y Memorias de la Sociedad de Ingenieros del Perú. Estas publicaciones periódicas se sitúan en los orígenes de las revistas de arquitectura del país.

Ciudad y Campo, revista ilustrada, se publicó de 1924 a 1930. Su objetivo: servir como órgano difusor de las labores de construcción que se realizaban en la época, durante el gobierno del presidente Augusto B. Leguía. Ciudad y Campo se distingue por su valor histórico y documental, así como por el espíritu de la época, que se refleja en los 48 números publicados. Ciudad y Campo tiene una significación invaluable, tanto para la historia de las publicaciones periódicas peruanas como para la historia e historiografía de la arquitectura de principios del siglo XX en el país.

La presente exposición se deriva de mi tesis de maestría, «La revista Ciudad y Campo. Valor histórico y documental para la arquitectura y el urbanismo en Lima y el Perú, 1924-1930», presentada en la Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Artes de la Universidad Nacional de Ingeniería, elaborada con la asesoría de Wiley Ludeña Urquizo y presentada en setiembre del 2024. El objetivo principal de la exposición es difundir el valioso contenido gráfico, planimétrico y teórico que contienen las páginas de Ciudad y Campo. Asimismo, busca contribuir a la construcción de la historia de la arquitectura peruana y a la valorización de las revistas de arquitectura como objetos de estudio específico.

La exposición se compone de cinco secciones: «La revista», que describe los aspectos formales e históricos de la revista; «Arquitectura», con proyectos publicados en Ciudad y Campo que traslucen las ideas de modernidad y progreso; «Urbanismo», sección en la que se evidencia el proceso de urbanización, crecimiento y desarrollo de Lima; «Autores», con una selección de notas relevantes escritas por relevantes personalidades de la época; y, finalmente, «Reconstrucciones», con extractos de entrevistas sostenidas con Eleanor Griffis Zuñiga, nieta de Ceil Noel Griffis Murphy, y Augusto Dreyer Costa, hijo de Carlos Dreyer Spohr, uno de los ilustradores de la revista.

Fredy Quispe Aguilar
Lima, Noviembre 2024.

Esta exposición forma parte de “Narrativas de Archivo”, iniciativa que tiene como objetivo fomentar la investigación en historia y teoría de la arquitectura a través de los fondos documentales del Archivo Arquitectura PUCP, y que en el año 2024 recibió el Fondo de Apoyo a la Investigación (FAI) de la PUCP.

AGRADECIMIENTOS

A Wiley Ludeña, por ser mi asesor de tesis de maestría y haberme impulsado a seguir investigando sobre la revista Ciudad y Campo.

A Manuel Cuadra, por los dos años en la maestría, las conversaciones y el ánimo que me infundió durante la elaboración de la tesis.

A José Beingolea, por ser el revisor de mi tesis, por sus atinados comentarios y sus anotaciones acerca de la investigación.

A Eleanor Griffis, por haberme abierto las puertas de su hogar, por las conversaciones y por haberme apoyado siempre en el desarrollo de la investigación.

A Luz y a mi familia, por su respaldo y por animar cada paso de mi investigación.

A Michelle Llona y Lucía Weilg, del Archivo de Arquitectura PUCP, por la oportunidad, el constante apoyo y su interés por difundir el contenido de Ciudad y Campo.