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Archivo de Arquitectura PUCP – Fondo Documental CROUSSE
Modernidad
El término ‘modernidad’ es complejo y su significado se ha ido ampliando y enriqueciendo teórica e históricamente. Incluye y se relaciona con los conceptos ‘modernización’, ‘vida moderna’, ‘movimiento moderno’ y ‘progreso’. José Ignacio López Soria sostiene que la modernidad se complementa y adquiere contenido con los «tres elementos fundamentales» señalados por Agnes Heller: el capitalismo, la industrialización y la sociedad civil. Cada sociedad atraviesa su propio proceso de modernización, en el que, generalmente, el capitalismo precede a la industrialización y este a la sociedad civil: «Solo cuando las tres lógicas se encuentran se constituye propiamente la modernidad plena» (López Soria 2017: 14).
Las sociedades reconocidas como ‘modernas’ han transmutado sus formas tradicionales de vida mediante una poderosa y efectiva movilización social que en algunos países comenzó a ocurrir en los siglos XVI, XVII o XVIII, en tanto que para otros empezó en las últimas décadas del siglo XIX. Las sociedades modernas, aunque pueden tener un origen identificable, no son simultáneas y se van gestando a lo largo de los años. Para Jürgen Habermas, la modernidad es una época que se define a partir de haber alcanzado conciencia de sí misma, de su novedad, que rompe el continuo histórico y, sobre todo, con la noción de tradición como fuente obligatoria de ‘lo que debe ser’.
Modernización
El académico norteamericano Daniel Lerner (1958) caracteriza la modernización como un proceso integrado de cuatro dimensiones: la urbanización, el alfabetismo, el consumo de medios de difusión de masas y la participación política. Lerner sostiene que determinadas sociedades tienen la capacidad de impulsar este proceso de modernización por sí mismas, ya que los factores internos son lo suficientemente dinámicos y fuertes para atravesar niveles inferiores de producción económica y de organización social, de tecnologías tradicionales y de anacrónicas estructuras del poder político a formas y niveles nuevos y superiores con los que la sociedad puede disponer de una mayor abundancia de bienes y servicios.
Otras sociedades, como la peruana, participan en el proceso de modernización como reflejo de la acción que ejercen sobre ellas
sistemas socioeconómicos o países cercanos o distantes; es decir, no atraviesan el proceso de modernización de forma autónoma. En este caso, se percibe con nitidez una incorporación de mecanismos de dominación y dependencia en sociedades tradicionales —no modernas—los cuales afectan su economía, política, cultura e inclusive su individualidad histórica.
Se puede decir que, en el Perú, el proceso de modernización comienza a finales del siglo XIX; y que el mayor impulso modernizador tiene lugar durante el gobierno de Augusto B. Leguía (1919-1930), época caracterizada por una intensa labor constructiva, urbanizadora, edificatoria y de conexión del país mediante carreteras y caminos. Una segunda etapa se puede fijar en los años cincuenta del siglo pasado, ligada a la figura de Fernando Belaunde Terry.
Vida moderna
A inicios del siglo XX, específicamente durante el oncenio de Leguía, se suscitan reflexiones, afirmaciones e intentos de delimitar aquello que se considera como «vida moderna». Revistas culturales y de actualidad —Variedades y Amauta, por ejemplo— les dan voz a autores como José Carlos Mariátegui, María Wiese y César Vallejo.
En su artículo «Post-impresionismo y cubismo», publicado en Variedades, Mariátegui afirma que «la vida actual tiene elementos físicos absolutamente nuevos. Uno de ellos es la velocidad. El hombre antiguo marchaba lentamente […]. El hombre contemporáneo viaja en automóvil y en aeroplano» (1924: 20).
María Wiesse publica en Amauta su artículo «Señales de nuestro tiempo», en el cual explica lo que entiende por vida moderna: «El ritmo precipitado […] de la vida moderna concuerda perfectamente con el ritmo intenso y nervioso del cinema. Esta época es la época de la imagen, que triunfa sobre la palabra […]. No hay que alarmarse por este gusto exagerado por la imagen. Es una señal de la sicología de nuestro tiempo y revela la relación que existe entre estos dos dinamismos: el del espíritu moderno y el de las ‘moving pictures’» (1926: 11).
La idea de «vida moderna» que discuten intelectuales de comienzos del siglo XX se relaciona con el desarrollo tecnológico y la urbanización, y se vincula a discursos referidos al progreso. Asimismo, se relaciona con la imagen de la familia tradicional como elemento clave de la vida social, ligado, igualmente, tanto al progreso como a la modernidad. De los años veinte a los cincuenta es común, por ejemplo, que las revistas publiquen anuncios publicitarios sobre materiales de construcción y acabados para la vivienda, electrodomésticos o automóviles, que en su mayoría muestran a la mujer y la familia en estrecha relación con la «vida moderna». Se reproduce una imagen centrada en el hogar «perfecto» y en nueva tecnología que permite el acceso comodidades propias de esta «vida moderna».
Modernidad en el Perú
La modernización —que debe entenderse como un proceso y no un punto culminante— se gesta en el país entre fines del siglo XIX y comienzos del XX. Históricamente, tiene como hito referencial la derrota en la guerra con Chile y alcanza su esplendor durante el gobierno de Leguía, especialmente entre 1919 y 1930. La ciudad de Lima, tras verse devastada por la guerra, inicia una etapa en la que el ideal es hacer de ella una ciudad «moderna», tal como lo habían logrado algunas urbes europeas. Un interés recurrente, para Augusto B. Leguía, era convertirla, además, en la capital de las costas del Pacífico Sur.
La modernidad no se genera aquí a raíz de lógicas internas, sino que proviene de fuera. En la primera etapa de los años veinte, las relaciones entre el gobierno peruano y los Estados Unidos dan lugar al ingreso de capital económico norteamericano y el consiguiente incremento e instalación de redes de agua y desagüe, veredas, pavimentación, construcciones de concreto armado y los primeros edificios del país. Como señala el arquitecto e historiador urbano argentino Adrián Gorelik, «En América, la modernidad fue un camino para llegar a la modernización, no su consecuencia; la modernidad se impuso como parte de una política deliberada para conducir a la modernización, y en esa política la ciudad fue el objeto privilegiado» (2003: 13).
López Soria identifica un segundo momento en el proceso de modernidad en el Perú, que se fija hacia los años cincuenta, cuando la industrialización comienza a ser más relevante. Es la etapa en la cual inician sus estudios Jacques Crousse y Enrique Ciriani.
Arquitectura del Movimiento Moderno
Entendiendo lo moderno no únicamente como forma o estilo, sino como innovación de materiales y tecnologías, cabe señalar como inicio de la arquitectura moderna en el Perú la inauguración de la Estación de Desamparados, en el año 1912; esto, sin embargo, sin hacer referencia al «estilo moderno».
La arquitectura del Movimiento Moderno se despliega en el Perú aproximadamente dos décadas después de sus primeras expresiones europeas. A pesar de que el mayor afán modernizador tiene lugar durante el oncenio de Leguía, se siguen construyendo edificaciones de estilo neocolonial o con esbozos ‘art déco’. Hacia 1930 se generan algunas aproximaciones a las formas modernas y hacia 1940 estas se van consolidando, con notables influencias como las del arquitecto austriaco-norteamericano Richard Neutra (1892-1970) o el arquitecto y urbanista español Josep Lluís Sert (1902-1983).
El arquitecto Wilder Gómez afirma que «el epicentro del fenómeno denominado arquitectura moderna se ubica en el periodo comprendido entre 1919-1933, en el que se produce una arquitectura moderna, singular y distinta a las arquitecturas de las dos primeras décadas del siglo XX» (2018: 55). Este periodo coincide con la primera etapa o los asomos de «modernidad» reseñados por López Soria. Asimismo, como indica Wiley Ludeña, «La historiografía social y política del Perú ha señalado al gobierno de Augusto B. Leguía (1919-1930), como un hito que marca el fin y el inicio de una etapa. Significa el fin de la llamada República Aristocrática y el inicio de la modernización capitalista de la sociedad peruana» (2002: 49).
En la revista Amauta, hacia 1929, ya se da cuenta de un «estilo internacional» y de cómo se empiezan a gestar los grandes cambios materiales, tecnológicos y constructivos en Europa. No es el caso de revistas como Variedades y Ciudad y Campo, en las cuales se siguen publicando proyectos de arquitectura neocoloniales. La fundación de la revista El Arquitecto Peruano en 1937 y el surgimiento de la Agrupación Espacio en 1947 forman parte de la historia del ingreso del Movimiento Moderno a la arquitectura peruana.
Los primeros edificios que siguen patrones o influencias del Movimiento Moderno se construyen hacia 1945. La casa Huiracocha (1947-1948), ubicada en el distrito de Jesús María, es el paradigma de inicio de la arquitectura acorde con este movimiento.
El arquitecto Elio Martuccelli se refiere al periodo comprendido entre 1945 y 1970 como el ‘proyecto modernizador’. El arquitecto, urbanista e historiador Wiley Ludeña ubica en los años 1947 a 1957 los orígenes del urbanismo y la arquitectura moderna, y se refiere a este periodo como la ‘modernidad retórica’. Esta última coincide con el crecimiento de las urbanizaciones de San Isidro, Surco, Miraflores, Callao y Chorrillos, entre otras, que se originan en el oncenio de Leguía, pero que, en esta segunda etapa, ya como distritos, quedan plenamente integradas al casco urbano.
En el contexto de este segundo gran momento de modernidad en el Perú, de inicio de la arquitectura del Movimiento Moderno en el Perú, de arribo de influencias modernas y de expansión urbana de la ciudad de Lima se enmarca la presente investigación sobre las viviendas unifamiliares proyectadas por Jacques Crousse y Enrique Ciriani, que a su vez marcan el comienzo de sus importantes carreras profesionales.
Bibliografía
COLOMINA, Beatriz
2006 La domesticidad en la guerra. Barcelona: Actar.
CUADRA, Manuel
2004 Arquitectura en América Latina: Perú, Bolivia, Ecuador y Chile en los siglos XIX Y XX. Lima: Instituto de Investigación de la Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Artes de la Universidad Nacional de Ingeniería (Inifaua-UNI).
GÓMEZ, Wilder
2018 Las ideas detrás de la obra escrita del arquitecto Luis Miró Quesada Garland y el diseño de la obra denominada Casa Huiracocha. Aportes para una historia de la arquitectura moderna en el Perú. Tesis de maestría en ciencias con mención en Arquitectura – Historia, teoría y crítica. Lima: Universidad Nacional de Ingeniería, Facultad de Arquitectura Urbanismo y Artes.
GORELIK, Adrián
2003 «Ciudad, modernidad, modernización». Universitas Humanística, n.° 56, pp. 11-27. Bogotá.
LERNER, Daniel
1958 The passing of traditional society: modernizing the Middle East. Glencoe: Free Press.
LUDEÑA, Wiley
2002 «Lima: poder, centro y centralidad. Del centro nativo al centro neoliberal». EURE, vol. 28, n.° 83, pp. 45-65. Santiago de Chile.
LÓPEZ SORIA, José Ignacio
2017 Filosofía, arquitectura y ciudad. Lima: Oficina Editorial de la Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Artes de la Universidad Nacional de Ingeniería.
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1920 «Post-impresionismo y cubismo». Variedades, n.° 827, p. 20. Lima.
WIESE, María
1926 «Señales de nuestro tiempo». Amauta, n.° 4, pp. 11-12. Lima.
[1]
Nombre: ST. [Perspectiva de la fachada]
Año: Desconocido
Autor: Jacques Crousse y Enrique Ciriani
Fuente: Fondo Documental CROUSSE, Archivo de Arquitectura PUCP
[2]
Nombre: Portada Revista TIME. Augusto B. Leguía. Septiembre 1930
Año: 1930
Autor: TIME Magazine
Fuente: Sitio Oficial TIME Magazine. http://content.time.com/time/covers/0,16641,19300908,00.html
[3]
Nombre: Portada Revista TIME. Fernando Belaunde Terry. Marzo 1965
Año: 1965
Autor: TIME Magazine
Fuente: Sitio Oficial TIME Magazine. http://content.time.com/time/covers/0,16641,19650312,00.html
[4]
Nombre: Anuncio publicitario. El Arquitecto Peruano. 1966
Año: 1966
Autor: El Arquitecto Peruano
Fuente: Archivo El Arquitecto Peruano
[5]
Nombre: Anuncio publicitario. El Arquitecto Peruano. 1966
Año: 1966
Autor: El Arquitecto Peruano
Fuente: Archivo El Arquitecto Peruano
[6]
Nombre: Anuncio publicitario. Revista Ciudad y Campo. 1927
Año: 1927
Autor: Ciudad y Campo. C.N. Griffis
Fuente: Archivo familiar Eleanor Griffis
[7]
Nombre: Portada Número 1. Revista El Arquitecto Peruano. 1937
Año: 1937
Autor: El Arquitecto Peruano
Fuente: Archivo El Arquitecto Peruano
[8]
Nombre: Expresión de Principios de la Agrupación Espacio
Año: 1947
Autor: ESPACIO
Fuente: Publicado originalmente en el diario El Comercio, el 15 de mayo de 1947
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