Camarín
de la virgen

Temprano en su carrera profesional, García Bryce mostró un profundo interés por la historia. Recién graduado de la entonces Universidad Nacional de Ingenieros, viajó durante tres años por Italia, Alemania y Francia para ver arquitectura y llevar cursos libres de Historia del Arte. En 1957 regresó a Lima y trabajó hasta 1959 como arquitecto rentado del Consejo Nacional de Conservación y Restauración de Monumentos Históricos y Artísticos (CRMHA), dirigido por Luis Alayza y Paz Soldán. Ahí elaboró informes y realizó levantamientos de edificios coloniales que estaban en mal estado o necesitaban intervención. Entre los encargos, recordaba con especial afecto el levantamiento del camarín de la Virgen de la iglesia de La Merced, una de las capillas del siglo XVIII más importantes de Lima. Trepado en un andamio, midió y dibujó —aprendiendo—, proporciones, el diseño de los elementos y el sistema de las molduras. Una versión de los planos de levantamiento dibujada a lápiz por García Bryce forma parte de su fondo documental.

Después de este primer trabajo, en 1961 formó parte del equipo técnico de la comisión calificadora de la Junta Deliberante Metropolitana de Monumentos Históricos, Artísticos y Lugares Arqueológicos de Lima, con los arquitectos Rafael Marquina, Héctor Velarde y Víctor Pimentel. La comisión tuvo como tarea identificar y hacer un registro de los edificios con valor monumental ubicados en los centros históricos de Lima y Callao.

Estas experiencias llevarían a García Bryce a especializarse en conservación y restauración, áreas en las que desarrolló una docena de proyectos. Además, los continuos levantamientos le permitieron internalizar los elementos, proporciones y parámetros que definen el lenguaje de la arquitectura peruana colonial y republicana para, luego, poderla abstraer y reinterpretarla.